Consumo Sostenible y Marketing Sostenible (II)
Aquí sigo con mi replanteamiento del Marketing Sostenible y con la autocrítica.
El Marketing Sostenible se debe fundamentar en las Previsiones de Ventas, las cuales provocan excesos de fabricación. Esta conclusión viene de un post anterior.
Un ejemplo de un sector primario para verlo más claro.

Supongamos un mercado con un consumo de 10 pollos al día (lo pongo así para que no haya que pensar mucho).
Existen TRES distribuidores que realizan sus previsiones de venta.
El Distribuidor A, prevé vender 7 pollos, el B, 5 pollos y el C, 3. Total de la Suma de Previsiones igual a 15 pollos. Cada distribuidor compra el número de pollos que prevé vender.
Se venden los 10 que se consumen, así que hay 5 pollos que se van a la basura (merma del Distribuidor). El resultado es que en la cadena de distribución se han consumido los recursos de 15 pollos para satisfacer la necesidad que eran 10. Esto es un sobrecoste que cada distribuidor tendrá más o menos soportado en su cuenta de explotación, pero no por ello es sostenible.
Si el pollo fuera un recurso que se consumiera en una cantidad cercana a la NO Sostenibilidad (haciendo peligrar reservas futuras) y encima los de marketing (entre todos) empeoramos la situación realizando una suma de previsiones de venta todavía mayor que el consumo de mercado, estaríamos realizando un Marketing NO Sostenible, pero como nuestra cuenta de explotación lo soporta… .
¿Solución?: Que las empresas cuyas ventas incidan directamente en el consumo de productos en peligro de sostenibilidad, publiquen sus previsiones y luego sus ventas, de forma que se pueda penalizar por parte de la administración a aquellas compañías que fallen sustancialmente en sus previsiones por no realizar un Marketing Sostenible.
Ahora te suena raro que alguien que se dedique al marketing te hable de ir en contra de la libertad de mercado, que te hable de intervencionismo. Glup!
Desde hace décadas estamos siendo testigos de como el la sociedad de consumo merma los recursos sin tener en cuenta a las generaciones futuras y el marketing, se encarga de acelerar el proceso.
Parece que hace ya tiempo nos dimos cuenta de este problema, pero las soluciones que aportamos van en la línea cómoda y nada eficaz de confundir sostenibilidad con ecología y hacer de esto un argumento de venta que nos ayude a vender más en un mercado cada vez más concienciado, pero que sigue siendo consumista.
Estoy convencido de que lograr la sostenibilidad con una sociedad capitalista de por medio es posible, solo habría que completar la definición del diccionario y añadir la palabra sostenibilidad junto a la de producción (Capitalismo Sostenible: Régimen económico fundado en el predominio del capital como elemento de producción SOSTENIBLE y creador de riqueza), de forma que el capitalismo siga su curso sin perjudicar la capacidad de futuras generaciones para enriquecerse.
Básicamente se trata de vigilar la ambición para no llegar a la avaricia.

Pensar ahora en un Capitalismo Sostenible que de lugar a este Marketing Sostenible es más propio de un perroflauta que de cualquier directivo agresivo y no digamos de un empresario, así que, por el momento, seguiremos con nuestro Marketing “sin apellidos” pero estudiando la que se nos viene encima, porque una cosa está clara, la asignatura de los recursos naturales está suspendida y no quedan muchas convocatorias.
¿Quién es el primero que se atreve?